Puede haber muchas causas. Muchas veces se produce por una experiencia anterior de bloqueo en un examen o por haber sido incapaz de responder respuestas que realmente se sabían. Si has preparado correctamente el examen, tu ansiedad ante él puede ser debida a pensamientos negativos o preocupaciones; por ejemplo, puedes estar pensando en las consecuencias negativas que deriven de obtener un mal resultado en el examen.
¿Qué puedes hacer?
- Debes evitar presentarte a un examen por el miedo a quedarte con “la mente en blanco”; el desarrollo de habilidades para afrontar la ansiedad es algo gradual, por lo tanto, para superarla, debes empezar enfrentándote a aquello que te la produce.
- También debes intentar reconocer las emociones que acompañan a la respuesta de ansiedad en las situaciones más críticas. El objetivo es que detectes lo antes posible la aparición de la ansiedad para poner en marcha estrategias que impidan que aflore. Una de las estrategias que puedes utilizar es la respiración abdominal. Ésta consiste en respirar fuerte y pausadamente llenando totalmente los pulmones desde el abdomen, algo que no solemos hacer en la respiración normal.
- Asigna el tiempo necesario de estudio para hacer todas las cosas que necesites antes del examen (revisar material de estudio, hacer esquemas, repasar los temas, etc.).
- Aumenta la confianza en ti mismo revisando frecuentemente el material.
- Establece metas de estudio y afróntalas de una en una para no saturarte.
Si estás nervioso intenta relajarte con alguna de las siguientes técnicas:
- Con la respiración abdominal, explicada anteriormente.
- Tensa y relaja diferentes grupos musculares. Por ejemplo, tensa los hombros durante unos segundos y a continuación déjalos caer. Siente la sensación de relajación que esto produce y aprende a identificar estados de tensión de los músculos para relajarlos enseguida.
- Tómate ratos para pensar en respuestas racionales a pensamientos que te ayuden a manejar el estrés (por ejemplo, "un poco de activación me puede ayudar. Así lo haré lo mejor que pueda") y pensamientos que te ayuden a estar concentrado (por ejemplo, "puedo responder a la pregunta si elaboro la respuesta en pequeños subapartados").
Una vez realizados todos estos pasos, llega el momento del examen. El momento de la verdad.
Antes de dar el Examen de Admisión debes de tener en cuenta estas estrategias para estar más tranquilo:
- Llega suficientemente pronto para sentarte en el sitio donde estés más a gusto.
- Evita encontrarte con gente que te pueda hacer dudar acerca de tu preparación.
- Cuando hagas el examen, lee los enunciados un par de veces y organiza tu tiempo eficientemente.
- No te agobies si ves que tus compañeros acaban antes, trabaja tranquilamente a tu ritmo.
- Empieza haciendo las preguntas más sencillas, lo cuál te reforzará y hará que afrontes con mayor seguridad las preguntas más difíciles.
- Piensa en que, tras el examen, te podrás dar algún capricho.
Todas estas técnicas sirven para disminuir la ansiedad ante los exámenes. Si logramos llevarlas a cabo correctamente, conseguirás estar más tranquilo, lo cuál afectará de una forma muy positiva a tu rendimiento. Es una pena que, por culpa de una ansiedad excesiva, no consigas la calificación que realmente mereces, por eso es muy importante que practiques todas estas técnicas. Controlar la ansiedad, a partir de ahora, depende de ti.